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Y ahora tenemos un mensaje del corazón de Harvey en Australia:Muy querida Maestra: Hoy estaba buscando información sobre diferentes drogas y sus efectos sobre el cerebro, como el fentanilo, que es muy adictivo, y me di cuenta de lo difícil y doloroso que es desengancharse de ellas. Aunque nunca he consumido drogas, he tenido una personalidad adictiva y sé qué fácil es hacerse adicto y arruinar la propia vida. Casi estoy llorando al escribir esto, pero estoy en verdad agradecido con Usted, Maestra, por darme refugio, alguien a quien acudir, en quien confiar y a quien seguir. Alguien que tiene un inmenso Amor incondicional, que se apiada de nosotros, humanos ingenuos e indefensos.Después de conocerla a Usted y ser iniciado, Usted se preocupó por todos los aspectos de mi vida – ayudándome con mis estudios, la migración, el trabajo, relaciones, la familia y los errores financieros. Es gracioso cómo Usted me ahorró 30.000 dólares después de que recé pidiendo ayuda. Recé y dije: “Maestra, no perderé la fe en Usted si Usted no me ayuda, pero ¿puede Usted ayudarme, por favor?” Y solo un día después, alguien se ofreció a ayudarme.Toda mi vida después de la iniciación es en verdad una historia, poco menos que un milagro. Pero lamentablemente, muchos no tienen tanta suerte como yo y tienen que pasar por las cosas más terribles por consumir drogas y otras sustancias adictivas. Sus vidas serán duras y desperdiciadas, quizá siempre sintiéndose despreciables y culpables.Ruego que Dios Todopoderoso les ayude y les saque de este doloroso camino. Espero que, con el Amor de Dios, yo y más y más personas puedan encontrar refugio en el Amor y protección de la Maestra. Que Dios y la Maestra protejan a más y más humanos contra estas cosas tan terribles. Le deseo a Usted inmensa fuerza, Maestra, y que Dios la proteja a Usted siempre y para siempre. Que la Maestra siempre esté a salvo. ¡La amo! Un alma a la que Usted dio refugio en este mundo oscuro. Harvey de Australia.Esperanzado Harvey: Gracias por su mensaje del corazón.La Maestra tiene un amable mensaje para usted: “Compasivo Harvey, ¡gracias, mi amor, por ser un ferviente meditador de Quan Yin y tener tanto amor! Mi corazón se conmueve por la genuina preocupación por los demás. Rara vez alguien siente tanta empatía por los adictos a las drogas, especialmente si nunca ha consumido drogas. Normalmente se escucha palabras de condena hacia esas personas. Es muy fácil caer en este mundo. Su gratitud por la iniciación y la conciencia de su valor en su vida me produce alegría. Que usted y la pintoresca Australia sean siempre bendecidos con protección Divina por la poderosa Mano de Dios. Lo amo por siempre. ¡Yo también lo amo, querido!”
